Visita de Gaugin a la casa de Arlés
Uno de los momentos más importantes para Van Gogh fue cuando Gaugin decidió ir a visitarle. Vincent le admiraba muchísimo, lo estaba lleno de deudas, se sentía incomprendido y soñaba con la fundación de un círculo de pintores, pero seguramente no había pensado en Van Gogh como componente del mismo.
Gauguin fue el que impulsó a Van Gogh para que pintase lugares históricos de Arles y así trabajaron juntos y pintaron la serie de vistas de Alyscamps. Escogieron diferentes motivos, Gauguin pintó un paisaje con un encanto pintoresco y más bien refinado, mientras que Van Gogh escogió un paseo enmarcado por altos álamos que tenían un color amarillo puro que contrastaba con el verde-azul del cielo, en cambio el color empleado por Gauguin era mucho más tímido. Se pintaron mutuamente, Gauguin pintó de perfil a Van Gogh y éste pintó a Gauguin de espaldas.
La oreja de Van Gogh
La convivencia, con los días, se tornó insoportable. Los dos tenían un carácter muy temperamental y discutían a diario, hasta que aquello se convirtió en más que discusiones. En diciembre del 1888 llegaron a las manos, Van Gogh le amenazó con una navaja y aquella noche, arrepentido de lo que había hecho, se automutiló el lóbulo de la oreja izquierda.
A continuación, Van Gogh envolvió el lóbulo en un paño y se dirigió a un burdel de Arlés, donde presentó el lóbulo como «regalo» a una prostituta llamada Rachel. Después regresó a la «casa amarilla».
Al día siguiente la policía lo encontró inconsciente, y fue trasladado al hospital Hôtel-Dieu de Arles mismo. Desde allí avisaron a Theo. Gauguin dejó Arles con rumbo a París y no volvió a tener contacto con Vincent, exceptuando alguna carta.
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